miércoles, 29 de junio de 2011

En un instante.


Damos por sentado que los cambios en nuestra vida se producen poco a poco, con el tiempo. Pero no es cierto, lo importante sucede en un segundo.
Convertirse en adulto, convertirse en padre, convertirse en médico. Hoy no lo eres y de pronto... lo eres.
Pregúntale a un médico y te dirá cuál fue el instante en que se sintió médico. Y seguro que no fue el día en que se licenció. Fuera cuando fuera, nadie lo olvida. A veces ni siquiera te das cuenta del cambio, crees que sigues siendo tú y que tu vida es la de siempre. Pero un día te despiertas, miras alrededor y no reconoces nada, nada en absoluto.
No olvidas el momento en que te conviertes en médico. Algo se activa en tu cerebro y ya no te disfrazas con la ropa de tu madre, tienes tu propia bata. Lo que quizás no notes, es que haberte convertido en médico, te ha cambiado.

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