sábado, 14 de septiembre de 2013

Decimos adiós muchas veces al día.

Decimos adiós sin pensar que puede ser la última vez que veamos a esa persona. Pensamos que en unas horas, en unos días e incluso en unas semanas no puede pasar nada. Pensamos que somos inmunes a todo, que nada nos puede dañar. Pero llega un día en el que te das cuenta que no. Que en un instante, en un segundo puedes irte y no volver. Que tu tiempo es limitado y tienes que aprovecharlo porque no sabes cuando te irás si hoy o mañana pero sabes que lo harás tarde o temprano. Decimos adiós esperando poder escuchar pasado un tiempo de nuevo un hola. Vivimos esperando un final que no sabemos cuando va a llegar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario