domingo, 6 de mayo de 2012

El problema es que si me dijeras "me encantas" no podría creérmelo.

 Ya no se cuándo es un juego y cuándo es verdad. Estoy perdida. ¡Espera! No he terminado. Dime que me quieres. Dímelo porque yo jamás me atreveré a decírtelo primero. Me daría miedo que pensaras que es un juego. Sálvame, te lo suplico. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario